El cable de alimentación de 12 pines del propietario de una RTX 5090 Ventus 3X se quemó después de meses de fallas y limpiezas de controladores.
El propietario de una tarjeta gráfica MSI RTX 5090 Ventus 3X ha encontrado serios problemas., terminó quema del cable de alimentación de 12 pines. Una historia publicada en Reddit, que abarca varios meses de inestabilidad del sistema, desde pantallas negras, parpadeos y fallas del controlador hasta fallas totales de la tarjeta de video.
Después de los primeros problemas con los controladores, el usuario realizó Limpieza completa del sistema mediante DDU, lo que solucionó parcialmente el problema. Sin embargo, los fallos persistieron incluso después de actualizar la BIOS de la placa base. La tarjeta de vídeo ya no se detecta en absoluto.A pesar de la falta de gráficos integrados en el procesador Core i9-12900KF, el nuevo controlador de Nvidia solo funcionó temporalmente, al iniciar juegos. GPU Se apagó por completo, dejando ambos monitores sin señal..
Semanas de resolución de problemas y diagnósticos, desde investigación de volcado de memoria Antes de analizar la temperatura, el voltaje y las versiones de la BIOS, no se obtuvieron resultados. El problema parecía estar relacionado con el software hasta el último momento. Solo cuando el usuario decidió retirar físicamente la tarjeta y comprobar la conexión, se hizo evidente que... El conector 12VHPWR estaba carbonizado y derretido..
Este caso plantea dudas sobre la fiabilidad del conector 12VHPWR incluso en Soluciones emblemáticas como la RTX 5090, a pesar de numerosas medidas para eliminar problemas anteriores con incidentes similares en RTX 4090El usuario informó que el cable estaba conectado correctamente, sin tensión ni deformación, y no estaba sometido a ninguna tensión. El propietario de la tarjeta de video está presentando una reclamación. RMA a través de MSI, con la esperanza de un reemplazo exitoso del dispositivo.
La RTX 5090 sigue siendo extremadamente potente, pero es sensible a la calidad y al estado de la energía., e incluso desviaciones mínimas en la conexión pueden tener consecuencias críticas.